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Sucedió en Madrid que en diciembre 2020 en Madrid Museum Tours nos atrevimos por fin a subir 3 videos a nuestros sitios de facebook e Instagram

Nuestro plan era atrevido porque nunca habíamos hecho un video antes. Además, un viento otoñal soplaba de frente, haciéndonos temblar el pulso ( y la voz ).

También fue difícil dirigirse a la cámara del teléfono móvil de la misma manera que lo hacíamos a nuestros clientes de tours privados.

Sin embargo, fue una experiencia muy bonita.

Especialmente en el Parque Juan Carlos I, prodigio de desarrollo urbanístico, donde confluyen  Naturaleza sostenible, Arte abstracto, y la Feria de Madrid (uno de los recintos feriales más importantes de Europa )

Parque Juan Carlos I. La Senda de las Esculturas

Érase una vez un enorme olivar degradado, reminiscencia incómoda de viejas propiedades nobiliarias, abandonado a una triste suerte. Ahí surgieron, entre 1980 y 1990 la Feria de Madrid, un espectacular recinto ferial  – de los más grandes de la Europa Común – y el Parque Juan Carlos I.

Gran parte del olivar ‘’fue resucitado’’ e integrado acertadamente en el nuevo Parque.

Los arquitectos José Luis Esteban Penelas y Emilio Esteras Martín, crearon un innovador espacio paisajístico circular al que incorporaron el olivar, diversas zonas arbóreas cortadas por láminas de agua, amenos recorridos para pasear, instalaciones para actividades deportivas, un anfiteatro y esculturas de arte abstracto diseminadas por todo el parque.

Nunca se había hecho nada parecido en España.

Parque Juan Carlos. Olivos e Irina

En 1991, el Ayuntamiento de Madrid encargó a 11 artistas de prestigio internacional macro-esculturas de arte abstracto para adornar el Parque Juan Carlos I . Sus respectivos emplazamientos serían acordados por los propios escultores y los 2 arquitectos.

La mayoría de los escultores convocados testimoniaron que su estancia en Madrid fue inolvidable. Bien es cierto que el Parque Juan Carlos I estaba aún en proceso de creación y algunos artistas no pudieron ver hecho el entorno donde se emplazaría su obra de arte, pero todos aprovecharon para estrechar entre ellos vínculos personales y disfrutar de la hospitalidad madrileña y su ocio nocturno.

En 2020, las esculturas del Parque Juan Carlos I gozan, en su mayoría, de buena salud, como pudimos comprobar mientras filmábamos nuestro video.

No cabe duda que el Parque Juan Carlos I ofrece la más importante muestra de Arte al Aire Libre de la capital de España .

Nosotros entendemos que para comprender mejor una obra de arte es conveniente conocer datos esenciales sobre su creador. Por ejemplo, el estruendo que imaginó un sordo Goya,  testigo de la matanza napoleónica en la Puerta del Sol y la Esplanada de la Moncloa, y que refleja asombrosamente en La Cabalgada de los Mamelucos y los Fusilamientos del 3 de Mayo. O las distintas versiones sobre el Guernica de Picasso que, por poco que se hurgue en la vida personal del artista, se descubre que todas exponen algunas circunstancias personales que habrían influido en la plasmación del cuadro. Y sin duda, el alejamiento forzoso de Joaquín Sorolla de su amada esposa Clotilde mientras trabajaba en su Visión de España, fue la causa que estas 14 pinturas, salvo pocas excepciones, carezcan, a nuestro juicio, de la espontaneidad y fluidez de la obra mediterránea del genial valenciano. 

Recorramos pues la Senda de las Esculturas del Parque Juan Carlos I para conocer algunos datos esenciales de las obras de arte, realizadas para su inauguración,y de sus creadores.  :

Los Cantos de la Encrucijada. Leopoldo Maler 1991. Escultura nº 11

Ubicada en uno de los varios montículos artificiales del parque. Desde la distancia, recuerda a una pirámide maya. Accedemos a la cima subiendo por una estrecha escalinata que nos embarga de sentimientos perturbadores. Las letras ‘’NOS’’ que se erigen sobre una gran base de acero corten simbolizan, a nuestro entender, la presencia de una autoridad inmanente que se eleva sobre nuestra humana insignificancia. El siniestro callejón rectangular de abajo parece ser el depósito donde son arrojadas almas condenadas. Conste que estas suposiciones se apoyan en la libertad que nos confiere cualquier obra de arte abstracto, para juzgarla según el impacto que nos produce.  

Leopoldo Maler ( Buenos Aires, 1937 – )  ha encontrado, como Gauguin en las Islas Marquesas, su refugio particular, alejado del mundanal ruido y de las vanidades del ambiente artístico, en Altos de Chavón, un pueblecito pesquero de Santo Domingo que es, a la vez, un importante centro cultural y artístico. Don Leopoldo se auto define como un artista autodidacta y multidisciplinar. Su trayectoria es muy interesante. A los 24 años fue locutor de la BBC. Permaneció 17 años en Londres. Estudió dirección teatral en la Royal Shakespeare Company. A los 27 años, su primer cortometraje obtuvo un premio en el Festival Cinematográfico de Londres. Hizo más películas en Argentina, Dirigió representaciones teatrales donde combinaba danza, fotografía y radio. Compuso coreografías en las que componía ‘’situaciones teatrales’’ con actores, maquinarias hidráulicas, proyecciones de diapositivas, films, artes plásticas, humo y grandes globos. Ha hecho instalaciones y performances. En suma, no ha habido forma de expresión artística que haya sido dejada de lado por su talentosa imaginación. Sin embargo, Don Leopoldo define su vida ‘’como una sola equivocación’’. Ya quisiera cualquier joven artista tener una vida tan equivocada como don Leopoldo Maler, a pesar de que se diga por ahí que ‘’el que mucho abarca, poco aprieta’’ !

Eolos. Paul Van Hoeydonck. 1991. Escultura Nº 15

Piezas de Bronce de desguace de barcos barnizadas con laca zapón.

Conjunto escultórico – acuático de una familia de 4 robots de bronce, anclada al fondo de la ría del parque. Las hélices en las cabezas de cada robot simbolizan un legado de Eolo, el Dios del Viento. Pero están fijas, no se mueven. ¿ Señal de atemporalidad ? Será mejor que cesemos de elucubrar. Algunos interpretan Eolo como un símbolo de la continuidad generacional y una alegoría de la vida. A mí, esta familia de robots me da lástima, anclados en la ría, tan solos. Y cuando imagino que ella representa, quizás, una amenaza futurista de don Paul Van Hoeydonck sobre los entes que reemplazarán a los humanos en el dominio de este planeta, mi lástima se transforma en pánico.

Paul Van Hoeydonck ( Amberes, 1925 – ) cuida su imagen con esmero.Viste impecablemente. Se licenció en historia del arte y arqueología. Sin embargo, sus obras más relevantes no se cimentan en el pasado, sino que en el futuro. En su creación artística analiza las sinergias que hay entre los seres humanos y las nuevas tecnologías.  Le gusta definirse a sí mismo como un ‘’arqueólogo del futuro”.  En 1970, la tripulación del Apolo 15 depositó en la luna su mini – escultura ‘’El Astronauta caído’’ junto a una placa con los nombres de los astronautas americanos y rusos fallecidos en acto de servicio. A los 93 años un siempre elegante señor Paul Van Heydonck se reencontró con su Eolo, ya enclavado en el lugar que le había asignado.  Cuando, 27 años atrás, el artista acordó con los arquitectos el emplazamiento de su escultura, la ría estaba sin hacer. A sus 95 años, este ‘’arqueólogo del futuro’’, trabaja 10 horas al día. Prueba incontestable de que el trabajo mantiene joven. Dios le guarde muchos años más. Despidámonos de él con su ‘’Accidente en el Espacio.’’   

Espacio México. Andrés Casillas y Margarita García Cornejo. 1992. Escultura Nº 12

Rueda roja de 12 piezas de hormigón y 8 m. de diámetro.

Es una de las esculturas más impresionantes del parque. Evocación de las pirámides donde mayas, toltecas y aztecas sacrificaban a sus víctimas, algunos dicen ( otros lo niegan ), para venerar a los dioses o implorar su protección. Otras interpretaciones simbólicas se refieren al sol, que los mayas asociaban con una fuente de vida, el aro del juego de la pelota maya o el calendario azteca. El paisaje circundante es distinto a la vegetación de Tenochtitlan pero ayuda a realzar la magnitud de la escultura.

Andrés Casillas. (Ciudad de México 1934 – )

Poco dado a explicar su obra o a sentar cátedra. En sus creaciones se aprecia un esfuerzo por relacionar el espacio doméstico, interior, con el entorno circundante.

Su preparación artística impresiona. Licenciado en arquitectura en la UNAM y en la Escuela Superior de Diseño de Ulm ( continuadora de la ‘’Bauhaus’’ ), partícipe en la planificación urbanística de Isfahán y colaborador en el taller de los prestigiosos arquitectos milaneses Mangiarotti y Morassutti.  

En su país, don Andrés Casillas es considerado como el gran genio viviente de la arquitectura mexicana. Un genio humilde, para quien su arquitectura está marcada ‘’por el día a día.’’

Margarita García Cornejo y Santana

Desgraciadamente, hemos sido incapaces de recabar mucha información fidedigna sobre la otra arquitecta de Espacio México. A nosotros nos interesó un texto suyo sobre ‘’La Ciudad de México en 500 años de Historia’’, que encontramos en la web, en el cual doña Margarita, aborda concienzudamente la evolución de la Ciudad de México, que se ha debatido entre los S. XVI y XXI en abundantes destrucciones y esplendorosas resurrecciones. 

Fisicromía para Madrid. Carlos Cruz Díez. 1991. Escultura Nº 5

Enorme ‘’oruga metálica’’ de colores cambiantes y elementos curvos. En un extremo, aparenta casi flotar en el aire mientras que, en el otro, se apoya en el solado. Dependiendo de la posición del espectador y la hora del día, se generan admirables efectos ópticos y cromáticos. Esta escultura resume perfectamente ‘’la inestabilidad de lo real’’ que preconizó el artista durante la mayor parte de su vida.

Carlos Cruz Diez  (Caracas, 1923 – París, 2019)

Vivió y trabajó en París desde 1960. Fue protagonista de la corriente artística, denominada ‘’Op Art’’, que promulgaba que las obras de arte transmiten la ilusión de tener movimiento. Utilizaba para sus instalaciones, esculturas y pinturas, colores que producían estados físicos cambiantes, de quietud a desplazamiento.

El señor Carlos Cruz Diez tuvo una vida longeva. Dominó a la perfección la metamorfosis de los colores. La inspiración le llegó a edad temprana. Su padre tenía una fábrica de botellas y el reflejo de la luz en el vidrio, le reveló su futura trayectoria artística.

2 reflexiones de Don Carlos Cruz Diez ( q.e.p.d.)

“Existe en el inconsciente colectivo la idea de que el arte es un cuadro colgado en un museo, pero el arte es la vida.”

“Si mi esfuerzo en la vida para lograr ganar un lugar en el mundo del arte puede servirles de referencia, les digo que eso lo logré gracias a realizarlo en un contexto de plena libertad, y la libertad solo se logra en democracia. Una libertad sin prejuicios ni dogmas.”

Homenaje a Agustín Rodríguez Sahagún. Toshimitsu Imai. 1991. Escultura Nº 16

Una instalación que simboliza a lo eterno y espiritual, en la forma de un jardín japonés                ( ‘’Gogan-Ishigumi ). 2 agrupaciones separadas de rocas revestidas de pan de oro reposan como islas en el agua que, a su vez, representa la vida.

En el manual más antiguo de jardinería japonesa la creación de jardines se llamaba «ishi wo taten koto» = erigir piedras.

La disposición de las piedras es uno de los elementos más importantes a la hora de crear un jardín japonés – zen. Los colores reducidos y la escasa vegetación dan descanso a la vista y calma a la mente.

Don Toshimitsu Imai tuvo la cortesía oriental de dedicar esta instalación al señor Agustín Rodríguez Sahagún, alcalde de Madrid, bajo cuyo mandato se inició la construcción del Parque Juan Carlos I.

Toshimitsu Imai ( Kyoto, 1928 – 2002 ) 

Cimentó su fama con monumentales obras de arte abstractas en las que mezclaba gruesos empastes y líneas de tinta que se deslizaban lienzo abajo, a la manera de Morris Louis. Composiciones caóticas, ‘’como la vida misma’’. El señor Toshimitsu Imai se inspiraba en la historia medieval de su país, la filosofía, el fauvismo, la poesía, letras de canciones y el zen, que es el caso de la instalación en nuestro parque. Su plenitud artística transcurrió en Francia, donde era un respetado miembro del Informalismo, un tipo de arte ideado por el crítico Michel Tapié, que aunaba todos los estilos de pintura abstracta.

Homenaje a Galileo Galilei. Amadeo Gabino Úbeda. 1991. Escultura Nº 8

Escultura de acero corten, fiel a su estilo constructivista, del señor Amadeo Gabino. Situada en una zona del parque ( mirador proa, sobre la ría ) que refleja la escultura en el agua. Dependiendo de la hora, la luz solar restalla con tonalidades diversas sobre el monumento.   

A primera vista, se aprecian 3 bloques totémicos, sólidos y coráceos. Sin embargo, andando en torno a ellos, salen a relucir su dinamismo y versatilidad. En suma, otra conseguida muestra del espíritu que inspira a la exhibición de arte al aire libre del parque y que conjuga escultura de arte abstracto con naturaleza sostenible, en esta ocasión, bajo el amparo de Galileo.

Amadeo Gabino Úbeda. (Valencia, 1922 – 2004)

Su trayectoria artística es equiparable a la de sus conspicuos colegas del Parque Juan Carlos I. Fue profeta en su tierra, Valencia, que le concedió en 1980 el premio nacional de Diseño Industrial, el premio Alfons Roig en 1998 y una gran retrospectiva, organizada por el IVAM, en el primer año del S. XXI.

Representó a España en la Bienal Ibero-Americana en La Habana (1953), en la Bienal de Alejandría (1954), en la Bienal de Venecia (1956 y 1966), en la Feria Mundial de Nueva York (1964), y en el Concurso Internacional de Escultura de Schwäbisch Hall (1987).

Esta escultura metálica de don Amadeo Gabino compone una rara amalgama de poesía y materia, donde la solidez del acero-corten es dulcificada por las formas sinuosas y sensuales de la obra.

Desdichadamente, el señor Gabino Úbeda falleció 1 día antes de la ceremonia de ingreso como académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Manolona Opus 397. Miguel Ortiz Berrocal. 1991. Escultura Nº 3

Instalación de 8 gruesos pilares anillados de acero pintados de color ‘’verde muy claro’’.

Un voluptuoso conjunto escultórico, una familia abstracta de Botero, un conglomerado de curvas exhibicionistas, la Saraghina del 8 ½ de Fellini practicando yoga. Todo ello y mucho más, flotando con milagrosa ligereza sobre una resplandeciente alfombra de hierba. Dan pena, eso sí, las manchas de suciedad sobre las maravillosas sinuosidades eróticas de los anillos.

Miguel Ortiz Berrocal  ( Villanueva de Algaidas 1933 – 2006 )                   

Comenzó estudiando matemáticas y química para pasarse luego a la arquitectura. Y de ahí, al arte escultórico.

A los 33 años, el señor Miguel Berrocal obtuvo el primer premio de escultura de la Bienal de los Jóvenes de París en 1966.

El claustrofóbico ambiente artístico de la España franquista no perturbó el carácter emprendedor e independiente de don Miguel. Decidió organizar y promocionar él mismo sus propias exposiciones.  También se encargó de diseñar los correspondientes catálogos. Al poco tiempo, inauguró su taller de fundición e imprenta, que puso a disposición de numerosos artistas europeos.

El señor Ortiz Berrocal fue un maestro en la técnica de crear obras de arte escultórico por medio del engarce de varios elementos. El dominio de esta técnica de ensamblaje artístico abrió a don Miguel las puertas de un merecido éxito.

Monumento a la Paz . Yolanda Lins D’Augsburg Rodrigues. 1992. Escultura Nº 18

Este monumento abstracto de 2 metros de alto y 9,50 m. de ancho tiene un mensaje muy concreto y voluntarioso : la Paz en el Oriente Medio. Tal fue el loable empeño de la Conferencia por la Paz de Madrid en 1991. Los acuerdos alcanzados no prosperaron, pero el monumento se mantiene enhiesto y firme, ensalzando la mediación de España y la voluntad de paz de Israel y los principales países árabes que participaron en la Guerra del Golfo. España es representada por doña Yolanda d’Augsburg con una imponente masa de acero corten a la que se ciñen 2 anillos de acero inoxidable ( los contendientes que negocian la paz ). Conociendo previamente esta información, el monumento a la paz cobra sentido y, efectivamente, se parece al abrazo esperanzado que la señora Yolanda D’Augsburg imprimió a su obra.

Yolanda Lins D’Augsburg Rodrigues. (Río de Janeiro. 1942 – )       

La Condesa Yolanda Lins D’Augsburg y Ulm, tal es su título nobiliario, es diseñadora, pintora y escultora. Diplomada en Roma en Arte Etrusco y en historia de Arte en Madrid, completó sus estudios artísticos en la Escuela Superior de Bellas Artes de París.  Se inició en la escultura bajo el auspicio del célebre escultor italiano Giacomo Manzú.

La obra escultórica de la Ilustrísima señora condesa D’Augsburg se caracteriza por sus voluminosas formas circulares que transmiten sensaciones afectuosas y buenas vibraciones. Algunas de sus pinturas recuerdan a Joan Miró, otras a un Monet camino de la abstracción; en varias, se vale de una atinada elección de colores para hacer guiños nostálgicos a su país natal.  

My Sky Hole. Bukichi Inoue. 1991. Escultura Nº 14

En 1979, el señor Bukichi Inoue presentó su primero, de 2 ‘’My Sky Hole’’ ( ‘’Mi Agujero en el Cielo ) que adornan el museo al aire libre de la bella ciudad de Hakone en Japón. A éstos, siguieron otros dos ‘‘My Sky Hole’’ en Hiroshima, uno en Tsu/ Mie, la más pequeña capital de prefectura de Japón,  uno en Tokyo, uno en el Parque de Esculturas Gori de la encantadora villa de Celle-Italia, uno más en Itami, provincia de Hyogo ( no os puedo contar que me pareció porque nunca la he visitado ) y el último, en el Parque Juan Carlos I de la capital de España. En total, 9 ‘’My Sky Hole’’

El nombre «Mi agujero en el cielo» fue una idea de un amigo americano del escultor. El señor Inoue creó una serie de obras del mismo nombre, utilizando metal y piedra.  La mayoría de los ‘’agujeros en el cielo’’ tienen la forma de semiesferas que sobresalen de la tierra, como el del Parque Juan Carlos I. Su superficie refleja el paisaje circundante y el cielo. De este modo, el don Bukichi Inoue creaba una especie de espejo cóncavo en el cual el espectador veía proyectada la inmensidad del mundo y la naturaleza.  Los 4 cipreses que encuadran el casquete-reflector son una añoranza personal a los cedros y cipreses del templo Todai-ji de Nara, comarca donde nació el escultor, que es la construcción de madera más grande del mundo.

Bukichi Inoue (Morou-Nara, 1930 – 1997) 

El señor Bukichi Inoue era un artista transfronterizo que fue uno de los primeros en abordar el modelado tridimensional con metal, aparte del diseño arquitectónico y las artes escénicas. El señor Inoue atestiguaba que su primer‘’Agujero en el Cielo’’ simbolizaba ‘’el deseo de una persona de escapar de un mundo caótico e incomprensible, a una utopía personal”. La huida del señor Bukichi Inoue continuó en los consecutivos ‘’Agujeros en el Cielo’’, siempre a la búsqueda de ‘’un cielo donde pudiera vivir», «un espacio donde pudiera sentir el universo» a la vez que «un agujero donde poder esconderme”.

El señor Inoue encontró finalmente su refugio. Uno muy “suigéneris.” No en el espacio, sino que en ‘’Carretera’’ y ‘’Laberinto’’ que fueron sus últimas exposiciones. En ellas, el artista plasmó su última reflexión zen : “Un laberinto en el vacío en el que uno también es una nada. Sin pensar nada, en una plenitud de nada. Entonces ese laberinto y esa persona aparecen como hacedores de la nada. Una nada que repele a otra. El laberinto y la persona ya son la nada.’’  

El señor Bukichi Inoue falleció en Yokohama de un infarto agudo de miocardio el 26 de septiembre de 1997 .

Pasaje Azul. Alexandru Arghira. 1991. Escultura Nº 7

Escultura arquitectónica. Una bella metáfora sobre la naturaleza, el paso del tiempo y el deterioro inevitable de las creaciones humanas. Para mitigar una posible sensación de aflicción de la obra en el espectador, el señor Arghira descarta la severidad asceta de la línea recta y traza en su lugar 3 vías de tenues sinuosidades que son separadas por un estrecho pasaje azul. De este modo, no somos confrontados con el símbolo de una casona abandonada cubierta por la hiedra o con un castillo en ruinas, sino que con una senda de subidas y bajadas, igual que nuestra vida y obras que, gradualmente, la naturaleza y el tiempo irán desvencijando inflexiblemente.

Alexandru Arghira Calinescu (Bucarest. 1935 – )

La personalidad del maestro Alexandru Arghira Calinescu es de una naturalidad subyugante. Sus frases, simples y certeras, definen la sabiduría del escultor rumano. Se ha perfeccionado en París y Mannheim ( Alemania ). Es miembro honorario de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Su obra de arte establece una relación directa con el entorno. Pero seguro que él mismo señor Arghira nos lo explica mejor :

‘’La escultura debería tener sentido. Las esculturas deben colocarse en un espacio público. Así es como debería ser.’’

‘’Hay, digamos, dos formas de concebir. Una, en la que el material sugiere lo que debes hacer. Digamos que tienes una roca que tiene cierta forma. Le das un golpe de martillo, haces los ojos, una boca, y salió no sé qué … Entonces el material te dicta lo que tienes que hacer. Que sea madera, que sea piedra, importa mucho. El material enfatiza la idea, una cosa es hacer un trabajo en madera y otra, en piedra. Son 2 cosas distintas.’’

‘’La otra opción es la preconcebida, en la que ya vengo con un boceto, en el que voy y elijo mi material según lo que quiero y le doy dimensiones. Cortádmelo a la medida. El resto depende de mí’’.

“En Paisaje Azul combiné varios materiales. Y agregué el color azul. No sé por qué me gusta tanto el azul…’’

Viga. Jorge Du Bon. 1991. Escultura Nº 7

Monumental escultura arquitectónica sobre la única colina natural del parque. 3 elementos diagonales, posicionados de mayor a menor. En cada uno, un par de triángulos rectangulares de hormigón sujeta unas inmensas vigas voladoras de acero corten. La geometría predomina en el conjunto compositivo. Aquélla, y su situación elevada, confirman un armónico ensamblaje entre arte y naturaleza sostenible que, sin lugar a duda, constituye el carácter predominante del Parque Juan Carlos I.    

Jorge Du Bon ( Chiapas. 1938 – 2004 )

Don Jorge Du Bon fue un artista que, desde el comienzo de su carrera, se apartó de la línea oficial del gobierno mexicano. Los políticos del PRI ( Partido Revolucionario Institucional ), exigían a los jóvenes artistas el desarrollo de un tipo de escultura identitario de arte abstracto, con dominio del color amarillo. El formalismo no era bienvenido en esos tiempos. Sin embargo, don Jorge se dio a conocer con una serie de ’’mini-esculturas’’ formalistas que atestiguaban su claridad de ideas para trabajar la materia y dominio de la técnica formalista.

El señor Du Bon fue 3 veces becario de la Fundación Guggenheim. Obtuvo el primer premio en el Concurso Internacional de Arquitectura del Centro Cultural de Sinaloa, el Gran Premio de Escultura de Middelheim, además de menciones honoríficas en la Bienal de Escultura Mexicana Contemporánea y en la Bienal de París. También fue artista invitado de la Escuela de Artes Visuales de Nueva York.

Como se aprecia inmediatamente en Viga, el señor Jorge Du Bon confería mucha importancia a la geometría y a armonizar sus esculturas con el entorno próximo. Comenzó su trayectoria creando sorprendentes mini-esculturas y la terminó con monumentales obras de arte arquitectónicas de asombroso diseño que sobresalían en el paisaje, pero sin violentarlo.

Sin Nombre. (Puerta a los Olivos). Dani Karavan. Escultura Nº 10

3 anchos y a la vez estilizados pórticos quebrados rectangulares señalan la entrada al campo de viejos olivos. Están dispuestos en forma de triángulo escaleno, con los ejes señalando al N-S y E-O, aludiendo a 6 signos del zodiaco. El tramo de escaleras es para que los niños jueguen. Un regalo a los más pequeños que el señor Karavan agrega frecuentemente a sus monumentos.

Dani Karavan. (Tel-Aviv-Yafo.1930)

Este prestigioso escultor nonagenario es un firme defensor de acuerdos y políticas de paz con Palestina (él siempre ha rechazado propuestas para realizar esculturas en los asentamientos de Israel). Su coherencia e integridad es respetada por los políticos y autoridades de Israel, sean del signo que sean.

Don Dani Karavan, cuando explica su proceso creativo, dice que siempre «escucha al lugar», y posteriormente decide que es lo que conviene hacer. Y estos lugares se extienden por todo el mundo desde Francia hasta Japón, desde Tel Aviv hasta Berlín. Y también Madrid.

El señor Karavan se autodefine como un hombre que «hace hablar y sabe escuchar a los lugares donde realizará su obra.»

Su composición escultórica en la entrada del campo de olivos del parque es un ejemplo de su trabajo en espacios públicos : “Relacionarse con el ambiente, crear una atmósfera especial, pero sin presumir”.  

El vocabulario formal de sus obras es reconocible desde la distancia: las proporciones precisas y la ubicación bien calculada de los cuerpos de ingeniería, ejes y latitudes. La paz que emana del material elegido, el resplandor blanco de su monumento en nuestro parque…

Hay más..

En la mayoría de las obras de don Dani Karawan hay un lugar para que jueguen los niños. Seguro que le haría feliz saber que los niños que visitan nuestro parque disfrutan subiendo y bajando las escaleras de su conjunto escultórico ‘’Sin Nombre’’.

Continuará con el Parque Forestal de Valdebebas Felipe VI, o como un vertedero ilegal se transformó en una inmensa zona arbórea que dota de calidad de vida al crecimiento metropolitano del Norte de Madrid.    

Parque Juan Carlos I, panoramica

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