Fue por 1943, dicen , cuando Picasso le dijo adiós y el corazón de Dora Maar se diseminó en pétalos de claveles negros. En 1943 ,  Conchita Montenegro filmó su despedida  del biógrafo con su romántica encarnación de https://madridmuseumtours.com/wp-content/uploads/2017/01/Dora-Maar-por-Picasso.jpgLola Montes, que se estrenaría un año después. Los ojos tristes de Dora y Conchita eran más lindos que los de Bette Davis pero  nadie les ha dedicado una canción.

El público volverá a recordar los ojos de Dora con la próxima exposición del museo Reina Sofía sobre ‘ La Piedad y el Terror en Picasso‘. Enormes ojos que lloran  la iniquidad de una guerra civil. El público ha olvidado los ojos de Conchita. Cuando Picasso se enamoró de Dora, a Conchita la dirigía en el cine el gran Robert Siodmark . Conchita Montenegro tenía 25 años y era una estrella mundial con tristes ojos de  guerra civil. Igual que Picasso, Dora apoyaba la causa republicana y no pisó la España franquista . Después de Hollywood, Conchita se vino a vivir a la España franquista. Conchita y Dora,  Dora y Conchita, mujeres hermosas, seductoras y deseadas, pero obsesivamente fieles a un solo amor. Dora y Picasso.   Conchita y Leslie Howard Steiner.

https://madridmuseumtours.com/wp-content/uploads/2017/01/Conchita-Montenegro.-Cartel-de-la-Vie-Parisienne.jpgDora perdió a Picasso después de haberle entregado todo : alma, arte y pasión ilimitada, sobretodo pasión ilimitada. Vacía y exhausta vegetó el resto de su vida, reclusa de su propia cárcel interior. Conchita perdió a Leslie Howard en un avión que la artillería nazi hundió en el Golfo de Vizcaya.  Leslie era un famoso actor, espía americano, y el imposible amor apasionado de Conchita. Conchita se retiró del celuloide  tras la muerte de Leslie. Vivió 95 años . Dora murió a los 90 . La temprana gloria de estas jóvenes e idolatradas  musas se diluyó rápidamente en una larga vida de mortecino aislamiento.

Sé  que Dora y Conchita , aparte de amor desdichado, tuvieron poco en común. A lo sumo, una retirada que coincidió en el tiempo, y esa mirada triste de ojos tristes, más bellos,  más, que los de Bette Davis.

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