Francisco Martín Villarrubia: «Utopía del conocimiento». Exposición en la Galería O_Lumen | Diciembre 2024 – 19 de enero de 2025
O_Lumen: Donde la espiritualidad se encuentra con el arte contemporáneo.
En Madrid, como ya sucede en Milán, Berlín, Lieja, San Francisco o Manchester, un lugar de culto se ha convertido en un prestigioso centro de arte y cultura contemporánea. Su nombre es O_Lumen, y tuve la fortuna de visitarlo en representación de Madrid Museum Tours, para sumergirme en el trabajo de uno de mis artistas predilectos: Francisco Martín Villarrubia.
Obviedad : Las Bellas Artes no son siempre bellas ( ni tienen por qué serlo ). Su paraguas protector alberga de todo y hace posible que nos impacten las lluvias alienantes del “Inocencio X” de Bacon o de ‘’la Primavera” de Danny Moynihan; las caligrafías de Wang Donglin en ‘’Sueño Lejano’’ o nos saciemos con los moldes de silicona de Mrs. King Cobra y su ‘’Pan Blanco’’. Podría seguir citando hasta la cima del Aconcagua, pero este blog no va de eso, sino de cuando las Bellas Artes, con perdón, hacen honor a su nombre.
Una cita imprescindible para los amantes del arte
Recomiendo sinceramente a todos los amantes del arte que viven o visitan Madrid que vengan a O_Lumen.
La exposición «Utopía del conocimiento» es una experiencia que merece vivirse. Aunque describir en su totalidad esta muestra me es imposible, espero que las vivencias que experimenté con la obra «Marca de Agua», despierten tu curiosidad y motiven a que la disfrutes en persona.
La magia de «Marca de Agua»
Al detenerme frente a esta obra, reconocí un juego de veladuras que me permitió vislumbrar abstracciones verticales formadas por delicados derrames, creativas pulverizaciones y discretos espatulados, todo ello segmentado por franjas de precisas líneas. Súbitamente, desde el tercio inferior izquierdo del cuadro, me fijé en la imagen reconocible de «Inocencio X» de Bacon, como si fuera un susurro conector de figuración y abstracción, pasado y presente del arte. Mi mirada empezó entonces a vagar por el fondo del cuadro, suavemente difuminado en tenues claroscuros y, de pronto, en el costado superior izquierdo, distingo otra figura reconocible, un espectro divino que observa directamente el boceto del referido papa. En ese momento percibí una intensa tensión parecida a la que, probablemente, experimenta Francisco al “hallar” imágenes utópicas diseminadas en sus soportes, producto de su magistral combinación de técnicas.
Un viaje visual y espiritual
«Marca de Agua» es solo el inicio. Cada obra en la exposición invita a una inmersión profunda en armonías visuales que enriquecen el espíritu.
- Se Descubren formas subconscientes: Figuras, sombras y reflejos emergen como misterios del Universo.
- Se Explora la precisión disruptiva: Franjas trazadas con líneas impecables organizan o rompen espacios.
- Nos cautivan los suaves colores: Sublimes degradaciones y espacios planos llenos de formas multifacéticas.
- Nos asombra : La versatilidad del artista sin que ésta vaya en detrimento de su sello personal.
El artista y su legado
Tras un poco más de tres décadas de incansable trabajo, Francisco Martín Villarrubia presenta en esta exposición la madurez de un artista fiel a sus principios. Abomina de concesiones comerciales y postureos superficiales. Su mentalidad de ingeniero se plasma en su autoexigencia para eliminar la más mínima imperfección de sus creaciones las cuales se sustentan, empero, en una libertad expresiva que emancipa a la forma de todo límite.
- Desde lejos, sus estructuras etéreas flotan o se anclan al soporte, siempre transmitiendo una delicadeza refinada.
- De cerca, revelan un dominio técnico absoluto. Desde esta proximidad, surge la mágica fusión de perfección compositiva y libertad formal que transforma las obras de Francisco en arte puro.
Más allá de etiquetas: La pasión por lo encontrado
Sería un error encasillar a Francisco en el extenso grupo de ‘’Ecoartistas” o “Artistas de objetos hallados” que, desde “ L’Objet” de Miró o las ‘’Combinaciones’’ de Rauschenberg usan materiales desechables para sus composiciones. Por encima de una conciencia artística sostenible, plenamente asumida actualmente por infinidad de artistas, brilla la fervorosa predilección de Francisco por rebuscar entre desechos e integrarlos a sus gestaciones artísticas. Así es como pasa en sus estores, piezas de mobiliarios de cocina y tableros pintados donde comparten espacio arte creado y materia original.
Un arte sin estridencias
En esta retrospectiva, no encontrarás óleos sobre lienzo ni colores primarios puros. Francisco evita los rojos intensos, azules eléctricos o amarillos brillantes. Su paleta, íntima y contenida, refleja su sensibilidad y compromiso con un arte sobrio.
Como el propio artista confiesa:
«Persigo un modo de expresión basado en el gesto y la sobriedad…»
Así es el mundo de Francisco Martín Villarrubia. Un lugar donde un arte libre, espiritualidad, creatividad y varias técnicas compositivas se unen para crear experiencias espirituales inolvidables.
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