Los Bares Típicos de Madrid se encuentran diseminados en todos sus distritos. Son los bares de barrio, los de toda la vida. Donde acudíamos en nuestros años de estudiante. A degustar el menú diario que te servían en el comedor del fondo. Ahora de mayores, paramos de vez en cuando para tomar una cerveza en la barra. Con tapa gratis, como es costumbre. E imaginamos que Él sigue ahí. El mismo camarero que nos sirvió cuando éramos jóvenes. Entrañables bares antiguos de Madrid. Con menú diario de 11 o 12 Euros. Probablemente no los hallarán bien posicionados en Trip Advisor. Tienen un Cartel en la fachada que anuncia las tapas y menúes del día. El comedor interior es desangelado. Afortunadamente, ningún decorador presuntuoso les ‘ha metido mano’. Y en la barra, caña de cerveza o chato de vino. Con tapas y raciones de cocina casera. sencilla y deliciosa :
- tortilla de patatas recién hecha ( con cebolla o sin ),
- patatas al alioli ,
- tira de lomo en pan crujiente montado por artistas de la plancha,
- la ensaladilla rusa, como la hacía mamá
Y, si no tiene prisa estimado viajero, pase al comedor del fondo y deléitese con el menú del día que hay lentejas empedradas, filete de ternera a la parrilla , postre y bebida incluida por sólo 12 Euros, o menos !
En realidad, es un placer ir de tapas y vinos en Madrid por sus bares de barrio.
Ha llegado el momento de descubrir alguno de ellos en este blog de madrid museum tours:
Bar Leyga. Entre el Parque Retiro y Museo del Prado.
En Madrid Museum Tours recomendamos este bar porque está en una de las más exclusivas zonas de Madrid. Y no es caro. Todo lo contrario. Su clientela es multifacética. Funcionarios del Museo del Prado, artistas, altos directivos, oficinistas y obreros. Entrar en Leyga podría reportar al viajero un choque cultural . Es como retroceder 50 años en el tiempo. Su barra no es sofisticada. Tampoco la decoración. Mucha gente. Habla alto y a la vez. Hay una TV encendida que algunos miran de soslayo. Los dueños son Javi y Jesús. Se turnan para atender con rapidez a los parroquianos. Parece que todos se conocen desde hace muchos años. Pero todo visitante es bienvenido. No hay distinciones. Cualquier nuevo cliente merece un trato personal. Ni Jesús ni Javi saben hablar inglés. Por eso les vamos a ayudar. Les aconsejamos pedir una ración de tortilla española. Con cebolla o sin cebolla, como lo prefiera el cliente. La tortilla española de Leyga es famosa en todo el barrio. También están ricas las patatas alioli. Sus bocadillos de todo tipo son muy recomendables. Los dueños los preparan con maestría, a la vista del público. Pocos vinos, pero buenos. Tienen la costumbre de servir vino tinto demasiado frío. Por eso, pídanlo así : ‘’Un vino tinto del tiempo, por favor.” Aquí saben cómo tirar bien la cerveza. Por supuesto, este es uno de los bares típicos de Madrid con menú del día (muy) económico.
El mejor horario para venir a Leyga es entre 9 de la mañana y 1 de la tarde. Después, se llena.
El bar es muy sencillo. Pero Javi y Jesús son unos excelentes profesionales. De la antigua escuela. La prueba es que, cualquiera de los dos, sabe hacer uno de los mejores ‘’carajillos’’ de Madrid. El carajillo bien hecho se prepara con café, brandy quemado y unas cositas más.
Amigo viajero, amante de disfrutar experiencias locales, si está cerca del Museo del Prado, venga al Bar Leyga y pruebe su tortilla de patatas y otras viandas. Al final, no olvide pedir un carajillo de la casa.
Taberna J. Blanco fue inaugurada el año 1988. Es uno de los bares típicos de Madrid. Ambiente familiar. Está en la calle Tabernillas, apartada de las rutas de tapas y vinos que han hecho famosa a la Latina. Los parroquianos son vecinos del barrio y “clientes de toda la vida.” Gente que no va a la moda. Madrileños castizos. Tolerantes, hospitalarios y enemigos de trifulcas. El viajero que entre en la Taberna J. Blanco podrá respirar la inalterable atmósfera de un típico bar castizo. ‘’De esos que casi no quedan ya’’.
Entrar en la taberna es un viaje al pasado. Esos azulejos que cubren las paredes, las fotos amarillentas de años vetustos, el restaurante del fondo con mesas pequeñas de manteles a cuadros a las que se arriman sillas de anticuario … El menú es económico y consiste en recetas simples y sustanciosas de especialidades que ya se ofrecían el año de la inauguración. Realmente, aquí se está en otro mundo, donde no ha corrido el tiempo.
En las noches de invierno hay que plantarse en la barra. Pida un vino tinto ( los hay muy buenos ) con ración de albóndigas. O algún potaje casero que haya preparado la dueña, Esperanza. En efecto, estamos ante otro bar familiar donde el adjetivo ‘’casero’’ está justificado plenamente.
En tardes estivales, se abren de par en par las puertas del local para que una brisa suave y cálida impregne de paz y amistad el ambiente de la taberna. Procede catar un vinito blanco con la clásica ensalada de pimiento morrón y bonito.
La mayoría de los clientes se conocen entre sí. Se forman pequeños grupos para charlar apaciblemente de ‘’cosas del barrio’’ o de lo que se tercie. A pesar de esto, ningún viajero se sentirá como un intruso. En la Taberna J. Blanco la hospitalidad es un don natural, característico de los madrileños de pro.
Curiosamente, frente a la taberna, hay un edificio moderno que es la sede de Ommayau, un centro de estudios económicos con un nombre muy singular. Aquí se estudia ‘’value investing’’, teoría del ciclo, ‘’block chain’’ más otras ciencias imprescindibles para asimilar la Nueva Economía y aprender a invertir en bolsa sin salir escaldado. Toda una formación superior que, a juzgar por la apariencia de los parroquianos de Taberna J. Blanco, a todos les importa ‘’un pepino’’. Ojalá que les dure y disfruten varios años de este entrañable refugio ‘’antistress’’.
Casa Dani . Barrio de Salamanca
Los que vayan a ‘’tapear’’ a Casa Dani tendrán 2 atracciones en una : Las Tapas de Casa Dani y El Mercado de la Paz. La arquitectura de hierro es del S. XIX. Gran oferta de atractivos quioscos para realizar la compra diaria. Los productos de calidad predominan en los mostradores de las carnicerías, pescaderías, charcuterías y fruterías del mercado. No sólo eso. Aquí hay también peluquería unisex, relojería, tintorería, zapatería, floristería, arreglo de ropa y herbolario. Los pasillos del mercado se mantienen limpios todo el tiempo. Salamanca tiene la fama de ser un ‘’barrio de ricos’’. Es cierto que se puede ‘’hacer la compra’’ en lugares más baratos. Pero muy pocos ostentan el espectacular marco arquitectónico, limpieza y calidad que exhibe el Mercado de la Paz.
Hay 2 bares de Casa Dani, situados estratégicamente al lado de las Puertas que tiene el Mercado de la Paz en las calles Ayala y Claudio Coello. El año 2019 Casa Dani obtuvo 2 galardones. El Mejor bar de Madrid y la Mejor Tortilla Española. Sin embargo, para los fundadores ( otro negocio familiar ) el mejor premio es presenciar los llenos diarios de sus locales.
Los dueños son una familia de primera y segunda generación. Trabajadores vocacionales.
Honestos. Siempre volcados en satisfacer a su clientela. Resulta admirable contemplar la eficacia, diligencia y simpatía con que despachan a los comensales que atiborran la barra.
Hay más tapas y raciones destacables, aparte de su famosa tortilla española. Destacan sus embutidos variados, croquetas, oreja, ensaladas, amén de muchas más especialidades gastronómicas de Madrid…
Alrededor de las 13 hrs. empieza a formarse la cola para el menú. Éste se sirve en el pequeño restaurante detrás de la barra. Precio del menú, bueno, si se lo digo no lo va a creer. De lo barato que es. En pleno barrio de Salamanca ! En definitiva, la calidad y tarifa del menú compensa hacer la cola. Y se agradece el ánimo que te dan solícitos camareros avisándote que queda poco para pasar al restaurante.
El visitante extranjero no debería perderse Casa Dani. Aparte de hacer feliz a su estómago, asistirá a una típica experiencia española. Verá como en la barra se reúnen elegantes hombres de negocios, dependientas de las tiendas de moda, obreros, operarios con su uniforme de trabajo, encopetados vecinos de Salamanca y algunos turistas. Unidos todos por el sagrado culto a la espectacular tortilla de patatas de Casa Dani.
Ca Vicente. Distrito Chamartín
Un bar/restaurante familiar ubicado en una de las zonas más caras de Madrid. A 10’ a pie del Estadio del Real Madrid. Ca Vicente es uno de los bares de barrio de toda la vida que sobrevive en una barriada de ‘’gente pija’’. Sin embargo, también está próximo a 2 hospitales. Entre pacientes, vecinos y trabajadores de toda clase, tiene clientela suficiente para salir adelante. La ronda de parroquianos comienza a la hora del desayuno y alcanza su punto álgido a mediodía, cuando se abre el restaurante. Ofrece el típico menú del día, a un precio módico. Abstenerse estómagos refinados. Sin embargo, el afable trato del dueño, confiere a Ca Vicente una ventaja competitiva. Su personal no le va en zaga. La sabrosa tortilla de patatas siempre se sirve caliente ( qué diferente a esos bares de ‘’mala muerte’’ donde la tortilla es insípida y , aparte de esto, te la ponen fría ).
Puede que la estética espartana del local intimide al turista inexperto en nuestros bares de barrio. Tampoco se habla inglés en la barra. No hay problema. Usted pida lo mismo que están tomando personas a su lado, que seguro estará muy rico.
El menú del restaurante peca de monótono. Lo cual no es necesariamente negativo. La repetición de las recetas debe de incidir en que raramente saldrá de cocina algún plato malo.
En definitiva, Ca Vicente es la opción económica en un vecindario plagado de ostentosos restaurantes. Aquí se atiende honestamente a los parroquianos con buenos desayunos, tapas y menúes servidos con el clásico buen estilo de bar de barrio. Tradicional y de toda la vida. Que no decaiga.
Bar La Perla Asturiana. Barrio de Salamanca
Pasear por la calle Lagasca es un placer. Exclusivos edificios de apartamentos de arquitectura ecléctica, pequeñas boutiques con la última moda en ropa, zapatos, bolsos y complementos, bares con ‘’beautiful people’’, restaurantes ‘’trending topic’’, en suma, una calle que resplandece prosperidad y ‘’buen rollo’’.
Pero en el número 12 de Lagasca sobrevive un reducto de tiempos pasados. La Perla Asturiana tiene impreso su nombre en azulejos blancos, por encima de la puerta de color azul. Al lado, un cartel con el menú del día. Otro de los bares de barrio que no ha cambiado en 50 años. Para el plato principal se puede elegir hoy entre albóndigas, huevos con panceta o pescado. Un menú diario tradicional, suculento, por menos de Euros 13. Definitivamente, gracias a los bares de menú, Madrid es la capital europea donde se puede comer más rico y barato !
La cocina asturiana proviene de una de las regiones históricas más bellas de España. Por lo tanto, ostenta un auténtico sello de identidad. No es una cocina española más. Consiste en platos contundentes. Hace muchos años, la mayoría de los asturianos trabajaban en la minería, el hierro y el acero. Trabajos duros que requerían recobrar fuerzas. En la actualidad, la comida asturiana es también ligera. Sus pescados y mariscos apenas tienen calorías. Los cocineros asturianos tienen mucho donde escoger. La cocina de Asturias es pues rica y diversa. La Perla Asturiana ofrece en su menú del día platos tradicionales para que sus clientes afronten la jornada laboral de la tarde con renovadas energías. Aquellos viajeros que desearían probar gastronomía asturiana vanguardista, a precios mucho más caros que en la Perla Asturiana, les aconsejamos reservar en El Paraguas.
Para comer a mediodía en la Perla Asturiana es conveniente reservar al teléfono 914 31 14 36. Al entrar al local usted verá a la derecha la barra, donde se agolpan los parroquianos. Al fondo, el pequeño restaurante. Si ha llegado antes de la apertura del comedor, arrímese a la barra y señale alguna de las apetitosas tapas expuestas en el escaparate. Para beber, cerveza, vino o vermut, igual como lo hacen los lugareños. Al fin y al cabo, se trata de disfrutar de una auténtica y sencilla experiencia local!
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